Plantación

La plantación se realiza durante los meses de primavera una vez que las heladas y los fríos más intensos del invierno han cesado.
La preparación de los suelos varía de acuerdo a sus propias características y al uso anterior de los sitios que se pretende plantar. En suelos arenosos, normalmente se realiza un disqueado y una pasada de rastra adicionales; en cambio en los suelos mestizos (más pesados) es recomendable subsolar en la línea de plantación.

La plantación se hace en forma manual, con densidades que oscilan entre las 1000 y 1200 plantas por hectárea. Las configuraciones más utilizadas son 3 x 3, 4 x 2.5 y 4 x 3. El material utilizado para realizar la plantación son plantines de entre 25 y 30 cm de altura, rustificado previamente en vivero.

En el caso de las plantaciones de Eucalyptus spp. la fertilización de arranque es una práctica muy habitual, fundamentalmente para aportar nitrógeno y fósforo asimilable. Los fertilizantes más utilizados son la urea, el fosfato diamónico y el superfosfato triple. Con la aplicación de tipo fertilizantes se busca cubrir posibles deficiencia nutricionales, mejorar el crecimiento inicial de los plantines y por consecuencia hacer un aprovechamiento más eficiente de la capacidad productiva del sitio.

La aplicación de fertilizantes conteniendo N y P, inmediatamente después de la plantación produce significativas respuestas de arranque, especialmente en los suelos arenosos profundos y mestizos del noreste de Entre Ríos. Con la fertilización de arranque se logran en los primeros 2 años incrementar la altura y el diámetro de copa un 20-30 % por encima de plantaciones sin tratar (Dalla Tea 1993; INTA PROFOME 1995).